Londres, 2001. Un grupo de estudiantes en una fiesta se desafían mutuamente a jugar con una oüija. Lo que empieza como una broma se convierte enseguida en una experiencia inquietante: el vaso deletrea el mensaje "todos mueren". Liam es el que peor se lo toma; sale huyendo de la habitación y se refugia en el tejado. Su novia Annie consigue calmarle un poco y luego le deja para ir a buscar su inhalador. Un momento después Liam ve el cuerpo achicharrado de Annie que rompe el techo de cristal y va a estrellarse contra el suelo del salón donde estaban celebrando la fiesta. Destrozados por lo sucedido, Liam y sus amigos se retiran para descansar. A media noche los despierta Webster. Ha descubierto algo en el video que grabaron en la fiesta: una visión aterradora de Annie huyendo de algo, perseguida por una sombra de la que apenas se distingue nada..
En Ciudad de México, un fatal accidente automovilístico afecta trágicamente a tres personas. Octavio, un adolescente, decide escaparse con Susana, la esposa de su hermano; el Cofí, su perro, se convierte en el instrumento para conseguir el dinero necesario para la fuga. Al mismo tiempo, Daniel, un hombre maduro deja a su esposa y a sus hijos para irse a vivir con Valeria, una hermosa modelo. El mismo día en que celebran su nueva vida, el destino hace que Valeria sea víctima de un trágico accidente.
La familia Heywood queda destrozada cuando Frankie, la hija menor de 5 años, queda en coma después de un accidente en plena calle del que su hermano Ben, de 12, se siente responsable. Cuando nada parece mejorar en la familia, Jack (Andy García) y Alison Heywood (Frances O’Connor) deciden poner a prueba una controvertida terapia médica experimental que realiza la excéntrica neuróloga, la Dra. Elizabeth Chase (Angela Bassett): el tratamiento implica "entrar" en el subconsciente de Frankie. Y va a tener que ser Ben el que se introduzca en la mente de su hermana para rescatarla, a pesar de correr el riesgo de quedar en el mismo estado que ella para siempre.
Miniserie biográfica sobre Juan Pablo II. En su juventud, en Polonia bajo la ocupación nazi, Karol Wojtyla trabajó en una cantera de caliza para poder sobrevivir. La represión nazi causó numerosas víctimas no sólo entre los judíos, sino también entre los católicos. Es entonces cuando Karol decide responder a la llamada divina.