Montse está emocionadísima porque está a punto de pasar un fin de semana con toda la familia en su casa de Cadaqués, en la Costa Brava. Está divorciada hace tiempo, su ex tiene una nueva pareja, sus hijos han crecido y hace tiempo que hacen su vida sin hacerle ningún caso, pero a Montse nada ni nadie conseguirá fastidiarle los ánimos; hace demasiado tiempo que espera este momento, demasiado tiempo que sueña con él: éste fin de semana será sí o sí un fin de semana ideal..., aunque para ello tenga que quemarlo todo.
Cuando Nicholas Urfe, un profesor de origen inglés, llega a una remota isla griega para ocupar una plaza vacante, la noticia del suicidio de su antecesor en extrañas circunstancias le produce una gran inquietud. Su relación con Maurice Conchis, un mago local, lo arrastra poco a poco a entrar en un juego tan fascinante como perverso y peligroso, del cual le será difícil librarse.
La viuda Couderc, que habita en una lejana granja, acoge bajo su techo a un atractivo joven, Jean que ha cometido un crimen y huye de la justicia; pero los celos se apoderan de ella debido a la presencia de la bella Félicie, su hijastra.
Hugo Sennart es un gitano francés, buscado por la policía por ladrón. El mismo inspector que lo persigue también busca a un ladrón de joyas, Yan Kuq, cuya mujer ha muerto bajo circunstancias sospechosas justo después de un gran robo. El Gitano necesita un último golpe para asentarse y, por pura coincidencia, su camino se cruza con el de Yan, que se está escondiendo en el hotel de una amiga y antigua amante, Ninie. El Gitano vive según un código de honor, lo que lo pone en peligro a menudo; y desprecia a todo aquel que trata a su gente como a los perros. Pero, ¿hay honor entre los ladrones